ANHELOS DESBORDANTES
Ese andar en mi alma...
Que sigue en silencio los pasos de tu alma,
Quisiera iluminarte para siempre.
Ese beso secreto en la distancia
Que parece solitario . . .
reposa en los pliegues de tu boca.
Esa palabra callada
Que grita desde el centro de mi pecho
para llenar el eco de tu pecho abierto...
Vive siempre germinando
Como una primavera eterna...
Teñida aún con los colores de mi alma.
Ese recuerdo vivo...
Que no muere, aunque no estés conmigo
ese tacto constante y distante sin olvido.
Ese aroma que cruza las fronteras
Sin que impida el paso del deseo...
Ni retenga los sueños de mi mente.
Hasta que resuenen en la tuya sin tenerte
Hasta que se fijen a mis ojos lentamente...
donde el alma nos tiene tan presentes!
Y mi vida te busca en la corriente,
de los ríos que ahogan mis desvelos...
de los vientos que soplan sin consuelo.
Decisiones de los Dioses que nos guían
y senderos del destino que dominan...
lo que no gobiernan nuestras vidas.
Lo que tampoco dicen nuestras voces
por los deseos siempre tan constantes...
que se hacen fuertes, latentes y feroces.
Porque destilo como rocío el beso de tu ausencia
porque fluyo por tus venas callando tu impaciencia...
y porque el tiempo que ha pasado parece congelado
Y en las barcas de tu alma y el velero de mi amor...
Me empapo con tu calma... buscando tu calor...
Y en mi huerto tu semilla aún germina en mi interior...!
Eileen Ovalle